Cómo fortalecer mi fe en tiempos difíciles

Sermón: ¿Cómo fortalecer mi fe en tiempos difíciles?

Nos enseña la Biblia en Génesis 18:13-14 “Entonces Jehová dijo a Abraham ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”.  

Una faceta singular y especial en la vida de fe de Abraham fue el sobrenatural nacimiento de su hijo Isaac. Varias cosas debemos considerar al respecto:

Fue un tiempo donde su capacidad de espera fue probada, pues transcurrieron alrededor de veinticinco años para ver el nacimiento de su hijo Isaac. Las mejores bendiciones vienen en el tiempo perfecto de Dios.

    Fue apresurado al tener un hijo con su sierva Agar, pues no era esto lo que Dios había dicho. Actuar en nuestras propias fuerzas impide que la fuerza de Dios manifieste su gloria.

    Con el paso de los años su fe en cuanto a tener un hijo de su esposa Sara se debilitó. Conservar nuestra fe en las promesas de Dios es un desafío en el que el Señor mismo nos ayuda como resultados de nuestra comunión con él.

    Su esposa Sara también se debilitó en su fe. De hecho, fue ella quien le dijo que tuviera un hijo con su sierva Agar. Aquello era una costumbre de esas tierras, cuando la señora o ama no podía tener hijos, la sierva los tenía. Por supuesto, no era ese el método de Dios, y por eso, los resultados fueron tristes y dolorosos.

    Abraham tenía cien años cuando nació su hijo Isaac, y Sara tenía noventa años cuando lo dio a luz. La edad no debe ser un obstáculo para ser usados por Dios poderosamente, recordemos que las poderosas profecías de Daniel y Juan (Apocalipsis) se dieron en sus últimos años de vida, cuando eran ancianos.

    Cuando Sara no creía en aquel milagro por su edad y por una ausencia total de capacidad para tener hijos, fue cuando Dios vino a decirles que había llegado el tiempo del cumplimiento de la promesa. No se trata de nuestro tiempo, sino del tiempo perfecto de Dios.

    Ante la incredulidad de Sara y la débil fe de Abraham, el Señor preguntó: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Y por supuesto todos sabemos la respuesta, no existe cosa alguna difícil o imposible para nuestro Dios.

    Sin embargo, cuando enfrentamos obstáculos o adversidades como el transcurrir del tiempo, la enfermedad, escasez financiera, crisis emocionales o familiares, podemos albergar en nuestro corazón la duda.

    En este tiempo cuando debemos estudiar y meditar la palabra de Dios, fortalecer nuestra vida de oración, y crecer en nuestra amistad con el Señor, estos factores harán que nuestra confianza y fe en las palabras de Dios sean más fuertes y sólidas.

    Gracias a Dios, quien siempre está atento y dispuesto para ayudarnos en todo tiempo. Él viene para fortalecer nuestra fe con sus poderosas palabras y renovar nuestro ánimo y fortaleza, de modo que podemos seguir adelante y alcanzar lo que nos ha prometido.

    Sigue creyendo y fortalece tu confianza en las promesas de Dios, porque en su tiempo él cumplirá su buena palabra, y tú estarás abrazando tu milagro.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

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