(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Es vital seguir el consejo de Dios.
La palabra de Dios nos enseña que un día Esaú vendió a su hermano Jacob la primogenitura por un plato de guiso rojo con lentejas, la Biblia añade que hizo esto porque estaba cansado y tenía hambre. Posteriormente Saúl lloraba por aquella mala y apresurada decisión que tomó apresuradamente.
Además nos enseña la Biblia que Balaam impulsado por su codicia cometió una gran equivocación al intentar maldecir a Israel, y podemos pensar también aquí en Judas Iscariote quien traicionó al Maestro por unas cuantas monedas de plata.
La Escritura también nos enseña que es muy importante valorar y administrar correctamente las bendiciones, privilegios y dones que el Señor nos entrega. Él nos da su gracia y nosotros somos responsables de administrarla bien para la gloria de su Nombre.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
La verdad es que, queramos o no, somos ejemplo para otros, tal vez para tus hijos, o para quienes siguen tu dirección, a lo mejor eres el único cristiano en casa o en el trabajo, el Señor Jesucristo nos enseñó diciendo:
“Vosotros sois la luz del mundo… alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”, Dios nos encomienda brillar con su luz en todo lugar y en todo momento.
Somos desafiados por la palabra de Dios para que procuremos caminar con Jesús y permitir su obra en nuestro corazón para que otros puedan acercarse a él, y la gloria de Cristo resplandezca en nosotros.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invito a leer: Sermones escritos para predicar
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Sermones escritos listos para predicar.
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